![]() Ashlotte fue diseñada por Ito Ōgure (conocido también como Oh! great) creador del manga de lucha Tenjho Tenge, y al contrario que el resto de personajes extra, es el único cuya aparición es canónica. Creada por el culto Fygul Cestemus, Ashlotte es un golem que tiene como objetivo eliminar a Astaroth, que se escapó al control de la secta. Utiliza el mismo estilo de lucha que Astaroth, sustituyendo el hacha gigante por una lanza puntiaguda. En la historia de Astaroth en Soul Calibur V se hace mención a ella, de ahí que se considere su aparición oficial. |
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Valoración personaje usuarios: | |
País de nacimiento: | ![]() |
Estatura y Peso: | 1,45 - 199Kg |
Estilo de Lucha: | Clon de Astaroth |
Arma: | Hacha puntiaguda |
Fecha de nacimiento: | 9 de Marzo |
Familia: | Sus creadores, dos sacerdotes de culto pagano |
Enemigos / Rivales: | Astaroth |
Seleccionable: | Soul Calibur 4 |
Astaroth había colocado a los paganos al borde de la aniquilación, y los supervivientes del culto hacía lo que podía para preservar sus vidas entre la confusión. Así fue como dos sacerdotes que sobrevivieron a las luchas idearon un plan: Astaroth que les había traído un gran infortunio, debía ser derribado. Ya que los intentos de controlar el golem (creado a imagen de los humanos) habían terminado en fracaso, ¡lo que había que hacer era tener un soldado desprovisto de alma!
Después de muchos meses, ella (o mejor dicho, “ello”, ya que la creación no estaba viva estrictamente hablando) había sido terminada. Una masa artística de engranajes y ejes unidos en una configuración intrincada y arcana (lo que el mundo futuro llamaría una “máquina”) hacía que esta muñeca ejecutora se moviera, mientras unos rasgos de una gracia sin igual enmascaraban los componentes inorgánicos internos. Sin embargo, aunque parecía hablar y actuar como un auténtico ser humano, la habían desprovisto de emociones innecesarias y le había fiado un único propósito, erradicar al traidor. Los paganos se habían entregado a fondo a la tarea de construir esta “Doncella de Hierro”, llevando al límite su tecnología para crear una auténtica obra de arte.
Ashlotte emergió bajo la luz del sol, provocando temblores en el altar subterráneo medio destruido con cada movimiento. Por fin, incapaz de soportar su propio peso, el altar se desmoronó. Pero ni el fragor resultante la desconcertó. Simplemente parió cruzando el desierto para completar la tarea que le habían asignado, despareciendo al fin en el horizonte.