![]() Si hay un personaje extraño en la historia de los juegos de lucha, ese es Voldo. El luchador italiano, uno de los clásicos de la saga, posee una forma de lucha bastante peculiar y bizarra, que va acorde con su apariencia e historia. Siervo de Vercci, Voldo perdió la cabeza y se quedó ciego cuando fue encerrado en el "Pozo del dinero", el tesoro de su maestro, como guardián. Con el resto de sentidos extra desarrollados, Voldo presenta una forma de luchar más propia de un loco, lejos de cualquier disciplina existente, con la única idea de proteger el tesoro de su maestro y encontrar Soul Edge. Su apariencia también hace referencia a la sumisión y la esclavitud, con trajes que sugieren que estuvo encadenado y apareciendo con la boca y ojos tapados. En otras ocasiones aparece con unas gafas binoculares (a pesar de su ceguera) o bien con trajes venecianos que incluyen la típica máscara. Voldo es incapaz de hablar, emitiendo sonidos guturales, gemidos, o extraños ruidos cuando ataca o es golpeado, aunque en el primer Soul Blade sus sonidos era expiraciones. Como se ha mencionado anteriormente, su estilo de lucha es bastante raro y complejo. A medida que ha ido avanzando la saga, se le han ido añadido numerosas posturas y movimientos (mantis, superfreak, caliostro, etc), siendo uno de los personajes con más variantes a la hora de entrar en combate, incluso es capaz de luchar de espaldas, con movimientos exclusivos desde esa posición. Su estilo de lucha resulta espectacular y divertido, aunque muchos de sus movimientos son muy arriesgados y requieren una gran precisión, por lo que no es recomendable para jugadores recién llegados. Su alcance en general es medio (pese a lo que se pueda sospechar en un principio) y su efecividad se centra en mantener una distancia con el rival, motivado principalmente por el largo recorrido de sus ataques. Por todo ello, a veces el resultado entre una victoria perfecta y una derrota aplastante depende de saber controlarlo a la perfección; a esto hay que añadir el cambio sustancial de su "command list" en cada juego, que normalmente suele ser más abrupto que el resto de sus compañeros, lo que dificulta aún más su sontrol. | |
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Valoración personaje usuarios: | |
País de nacimiento: | ![]() ![]() |
Estatura y Peso: | 1,83m - 79Kg (SC V) |
Estilo de Lucha: | Autodidacta |
Arma: | Jamadhar Katars gemelas |
Fecha de nacimiento: | 25 de Agosto de 1541 |
Familia: | Padres: fallecidos, Hermanos: 4, fallecidos en batalla |
Aliados: | Maestro Vercci: Fallecido, Maestro actual: Nightmare |
Enemigos / Rivales: | Yoshimitsu |
Seleccionable: | Soul Blade, Soul Calibur, Soul Calibur II, Soul Calibur II HD, Soul Calibur III, Soul Calibur IV, Soul Calibur Broken Destiny, Soul Calibur V, Soul Calibur VI |
Vercci era conocido como el “Mercader de la Muerte”. Hizo su fortuna proporcionando armas a la invencible Armada Española. Con el tiempo escuchó un rumor sobre una espada que podía satisfacer cualquier deseo terrenal. Necesitaba que esa espada fuera suya. Sus hermanos se opusieron a sus planes, pero pronto fueron reclutados en el ejército por lo que le dejaron vía libre. Su vasallo Voldo, fue el encargado de llevar a cabo la búsqueda de la espada. Ejércitos mercenarios y piratas fueron contratados para buscar la espada, pero fracasaron en sus intentos.
Envejeciendo e impaciente, decidió buscar la espada él mismo, y salió a la mar con su flota. Mientras que estaba fuera, estalló la guerra en su Italia natal. Irónicamente, el objetivo de los invasores era él, el “Mercader de la Muerte”. Volver a casa sería un suicidio. Su hogar fue destruido y todos su tesoros saqueados. Lo único que le quedaba era el tesoro que había encontrado durante su viaje. Su enfado lo volvió loco. Estaba decidido a que los invasores nunca conseguirían lo que quedaba de su fortuna. Vercci navegó hasta una isla deshabitada y ordenó a su tripulación cavar un foso.
Sería su “cámara acorazada”. Cuando se finalizó, Voldo ejecutó a toda la tripulación, para prevenir que revelaran la localización del tesoro. Como “recompensa”, Voldo fue encerrado dentro del “Pozo del dinero”, que es el nombre que se le dio a la cámara que contenía toda la fortuna de Vercci. Para cuando estaba terminada, las Guerras Italianas habían terminado. Pero Vercci nunca regresó a Italia con vida… Voldo se volvió ciego y loco durante después de todos esos años atrapado en el pozo del dinero. Sólo su talento para el asesinato se mantuvo intacto. Con el tiempo empezó a oír la voz de su amo muerto. Dicha voz le dice que debe encontrar lo que Vercci pasó sus últimos años buscando…
El mercader italiano Vercci había buscado el "Soul Edge", sin embargo fue a la tumba sin conseguirla. Después de la muerte de Vercci, su leal vasallo Voldo se convirtió en el guardián de su cripta. En esta cámara se apilaba el tesoro de Vercci, además de servirle como tumba.
Voldo intentó una vez cumplir el Ultimo deseo de su maestro y conseguir el "Soul Edge", e incluso se embarcó hacia tierras lejanas en su búsqueda, pero sin éxito.
Mientras que Voldo estaba guardando la cripta, apareció una intrusa. Voldo ahuyentó a la mujer y cuando lo hizo, oyó la voz familiar de su amo. "
“Voldo, esa mujer… Huele a “Soul Edge”… Atrápala, y ¡¡traéme a “Soul Edge” esta vez!!
El mercader italiano de la muerte llamado Vercci buscó la Soul Edge. Durante la búsqueda, perdió un gran fragmento de su arma. Vercci excavó un pozo en una pequeña isla, donde ocultó lo que quedaba de sus riquezas.
El barranco, que después se llamó el Pozo del dinero, tenía un guardián, Voldo.
Incluso tras la muerte de su maestro, Voldo siguió guardando el tesoro. Al mismo tiempo, buscó el arma deseada por Vercci.
Un día, tras expulsar a un intruso, Voldo escuchó la voz de su maestro. Siguiendo sus órdenes, Voldo siguió el aura de Soul Edge que emanaba de la espada del intruso. Finalmente consiguió hacerse con una espada de la que fluía un aura extraña. Sin embargo no escuchó la voz de su señor.
Pasaron cuatro años y Voldo no volvió a oir la voz de su maestro.
Un día, tras acabar con un intruso, Voldo encontró unos fragmentos de metal que emitían el mismo aura que Soul Edge. Entonces comprendió por qué no había oído la voz de su maestro muerto. La espada que encontró no era Soul Edge.
Voldo emprendió viaje de nuevo, pero esta vez encontraría la Soul Edge y se la llevaría a su maestro.
Obedeciendo las órdenes de su difunto maestro, Voldo partió en busca de Soul Edge y volvió al Pozo del Dinero con fragmentos de la espada maligna. Voldo quedó muy afectado al descubrir que el pozo había sido saqueado en su ausencia. Lanzó un lamento sobrenatural de infinita tristeza y rogó a su difunto maestro que le perdonase.
Pero al examinar el tesoro, se dio cuenta de algo. Los codiciosos ladrones se habían llevado una réplica "falsa" de Soul Edge que él había encontrado hacía tiempo junto con los fragmentos de Soul Edge que había acumulado. Los intrusos, como el mismo, estaban buscando a Soul Edge. Si podía hallarlos y obligarlos a que le dijesen cuanto supieran de Soul Edge, su búsqueda sería mucho más fácil.
Voldo tembló de emoción al imaginar a su amado maestro dándole ánimos y hablándole con amables palabras. Por supuesto, los bandidos que habían osado tocar el tesoro de su sagrado maestro debían sufrir la muerte que les correspondía.
Tras prepararse para abandonar el Pozo del Dinero, Voldo noto la presencia de un nuevo intruso. El mismo salió y acabó con el ladrón. Voldo meditó entonces en silencio: si conseguía a Soul Edge, el último tesoro buscado por el maestro Vercci, podría dedicar su vida a proteger el Pozo del Dinero. Pero algún día, igual que su maestro, él también abandonaría este mundo.
Necesitaba encontrar un sucesor que continuase su misión y protegiese el tesoro.
Otro guardián... El maestro Vercci aprobaría la idea. Complacido consigo mismo, Voldo dio vueltas a esta idea mientras se preparaba para el viaje.
Complacido consigo mismo, Voldo dio vueltas a esta idea mientras se preparaba para el viaje.
El guardian del almacén secreto ascendió de los abismos oscuros a la superficie y empezó a vagar en silencio por el mundo exterior...
Voldo se había infiltrado en las ruinas de Ostrheinsburg, y por fin llegó antes que Soul Edge. La espada maldita descansaba en manos del Caballero Azul, Nightmare, que ocupaba el trono del castillo. Buscando la oportunidad de hacerse con la espada, Voldo se abalanzó sigilosamente sobre el inconsciente Caballero.
>Soul Edge, el último tesoro singular del mundo. ¡Cuándo había deseado su fallecido maestro Vercci apoderarse de ella! En los años que siguieron a su muerte, Voldo había continuado sirviendo a su señor en cuerpo y alma, y luchaba por cumplir su última voluntad. Ahora por fin el final de la búsqueda estaba cercano.
Una voz le dijo: “Voldo”. Un escalofrío recorrió su cuerpo mientras alzaba Soul Edge, ya que la voz pertenecía a su maestro. La voz exclamó: “¡Bien hecho, Voldo!. Estoy satisfecho. Pero aún te queda una tarea por cumplir”. Los ojos cerrados de Voldo notaron algo cálido: eran lágrimas, que no brotaban desde hacía mucho tiempo. Sí, pensó, debo proteger a Soul Edge, es el incomparable tesoro que estabas buscando. Voldo había sido convocado de nuevo, y eso le llenó de tanto júbilo que un ahogado gemido brotó de su garganta.
Y mientras, Soul Edge conseguía apoderarse de su corazón, doblegando su firme sentido de la lealtad ante un nuevo objetivo. En su corazón, Voldo solo veía y servía a un señor, su adorado Vercci. Aunque el terreno ya no era la sagrada tumba de Vercci, sino la oscura capital de Ostrheinsburg, su meta permanecía inalterable. Destruir a los enemigos del “maestro”.
El siempre siervo leal, Voldo obedeció diligentemente las órdenes de su amo, el rico comerciante italiano Vercci… o al menos eso creía. En verdad, fue una ilusión creada por la espada maldita Soul Edge, al menos hasta que el engaño fue destrozado por un golpe purificador de Kilik con el Kali-Yuga. De vuelta a su sano juicio (si se puede llamar así) Voldo decidió regresar a su deber como guardián del Pozo del dinero, la cámara subterránea secreta donde Vercci había escondido su fortuna.
Pero cuando Voldo llegó, encontró que el almacén había sido saqueado por ladrones. Utilizando su agudo sentido del olfato había desarrollado viviendo en la oscuridad, Voldo cuidadosamente rastreó y mató a los culpables, decidido a recuperar hasta la última pieza del tesoro robado de Vercci. Muchos años más tarde, el último resto del tesoro estaba de vuelta en su lugar, y el Pozo del Dinero fue restaurado a su antigua gloria. Pero Voldo no podía escapar de una punzante sensación de que faltaba algo. Algo que se escapó de sus manos hace 17 años ...
Selló tesoro de su amo, una vez más, y volvió a la superficie del mundo. Tenía que encontrar a su amo ... Su verdadero maestro. Debía encontrar Soul Edge. La mentira de la espada maldita se había convertido en realidad para Voldo ...